Julio 10/11: Mercurio retrógrado, Venus y el pulsar Geminga generan curiosas e interesantes formas alternativas de comunicación, que incluyen la expresión de emociones ocultas, la revelación de información controversial, el diálogo con otras dimensiones, la reactivación de negocios estancados y la reparación de aparatos domésticos

Julio/10/11: Mercurio retrógrado y Venus en paralelo al pulsar Geminga. La combinación del planeta de la comunicación y el de las relaciones normalmente coincide con momentos de armonía y fluidez en la vida cotidiana. bajo esta combinación, suelen haber conversaciones interesantes y la gente se vuelve más accesible. Pero en esta ocasión, ambos cuerpos celestes se combinan en un paralelo de declinación junto con un objeto extravagante: Geminga, un pulsar o estrella remanente de una explosión de supernova. Las estrellas, cuando son muy grandes, suelen tener vidas cortas que acaban en una explosión cataclísmica, que deja como resultado una estrella de neutrones, uno de los objetos más compactos que hay en el universo. Estas estrellas giran a gran velocidad, emitiendo radiaciones periódicas que permiten identificarlas. Geminga, llamada así porque se encuentra en la constelación de Géminis, explotó hace 300,000 años, y una de sus características es que es el único pulsar que se conoce que no emite ondas de radio. Se piensa que esto es sólo aparente y que el rayo de su onda de radio no pasa por la Tierra. pero en el plano astrológico, esto significa silencio.

      ¿Cómo puede haber silencio si Venus y Mercurio están en un poderoso paralelo? Hay varias posibilidades de manejar esta frecuencia. Para empezar, es un excelente momento para hablar y expresar de manera armónica lo que se había quedado sin manifestar. Es un momento de revelaciones, y es posible que grandes secretos salgan a la luz, tanto en el plano personal como el colectivo. De alguna forma, es como si Venus y Mercurio le dieran la oportunidad a Geminga de expresar lo que ha permanecido callado durante cierto tiempo. En el plano terapéutico, esto es de suma importancia, ya que muchas dolencias emocionales y físicas pueden ser producto precisamente de una falta de expresividad. Sea cual sea el motivo, esta tendencia ayuda a manifestar para poder sanar. Lo que guardamos dentro, se empolva y acaba haciendo estragos con el tiempo. Y no debe haber escrúpulos respecto al efecto que esto pueda causar: precisamente, Venus y Mercurio simbolizan amabilidad, diplomacia, fluidez en la comunicación. También, por lo mismo, es un excelente momento para retomar el contacto con personas de las que se ha estado distanciado por algún motivo. La reconexión puede ser placentera y estimulante...

      En algunos casos, puede resultar contraproducente sacar a la luz información que es esencialmente perturbadora, por lo que hay que tener cuidado de todos modos con el manejo de la información. Las indiscreciones pueden tener efectos irreversibles, así como Geminga creó una especie de burbuja en el medio interestelar con su explosión. A pesar de la gentileza, hay ciertas cosas que deben manejarse discretamente. Ahora bien, la comunicación no sólo se tiene que dar de manera explícita: en algunos casos, será mejor comunicarse de forma indirecta, o incluso a través de la intuición y la telepatía, aunque suene fantasioso y descabellado (eso es parte de la vida también, nos guste o no). Geminga emite una gran cantidad de energía en el espectro de rayos Gamma, que corresponden con planos supraconscientes, totalmente fuera de la percepción cotidiana. No sería de extrañar que esto estimule la comunicación con entidades en otros planos, divinidades, extraterrestres, personas fallecidas, u otras. Las personas con tendencias místicas sentirán sin duda una intensa conexión espiritual con Dios, o el Universo. Y si bien el momento es favorable para buscar modos alternos de comunicación, ésta se dará espontáneamente, ya que precisamente se escapa del control de la mente cotidiana y consciente. No la fuerzen, sólo déjenla fluir, quizás a través de sus sueños o la meditación...

     En un plano más terrenal, esta tendencia puede reactivar proyectos financieros y negocios que habían estado detenidos, latentes o definitivamente estancados. Mercurio tiene una relación definida con elcomercio, mientras que Venus tiene una conexión con el sistema de valores y el dinero. El silencio de Geminga representa una falta de promoción o conexión con el mundo exterior, por lo que es un excelente momento para reactivar recursos que tienen un gran potencial. Los resultados pueden dar un viraje interesante a las finanzas, tanto en lo personal como en el plano internacional. Chequen las noticias financieras y verán reflejado con seguridad esta tendencia en los mercados del mundo. La peor manifestación de esta tendencia es quizás la interrupción de los servicios de comunicación en algunos casos desafortunados. Mercurio retrógrado suele descomponer las vías de comunicación, mientras que Geminga lo apoya en este sentido por su intensidad y resistencia a dejar pasar la información. Esto puede afectar todo tipo de aparatos domésticos, regidos por Mercurio. Al menos, Venus tiene la diplomacia necesaria para solicitar amablemente la reparación, y eso, definitivamente, es un gran consuelo. Y mientras llegan los técnicos a hacerse cargo del problema, recuerden que siempre queda como recurso la telepatía.

¡Mucha suerte! No se queden callados demasiado tiempo. ¡Y no olviden escuchar también! La comunicación real es un flujo en el que se da y se recibe mutuamente...

Carlos Duarte
Astrólogo Investigador

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