miércoles, 18 de noviembre de 2015

Noviembre 18/19: Neptuno termina su retrogradación anual en conjunción a la Nebulosa del Pelícano, indicando un idealismo acentuado y una victimización trágica, pero también la posibilidad de fortalecer la conciencia global colectiva



       Dos veces al año, Neptuno parece estacionarse en el cielo para cambiar de dirección. Esta ilusión óptica, significativa desde el punto de vista astrológico, actúa como un señalamiento, al poner un fuerte énfasis en el grado zodiacal y de declinación en el que cambia de dirección.

     En la mayoría de los casos, Neptuno se estaciona alineado con algún cuerpo celeste, estrella, nebulosa, galaxia, etc., que puede explicar o describir su manifestación en el plano humano y terrenal. Para empezar, no está de más recordar que Neptuno se asocia con todo lo que trasciende la realidad material: el idealismo, la imaginación, el misticismo, el arte, pero también la evasión, la falta de claridad, el engaño y la victimización... Esto se debe a que su eje magnético está completamente desfasado de su eje rotacional; la parte material y la mental están orientadas hacia direcciones diferentes, pero en el mismo cuerpo celeste. Eso es lo que Neptuno indica: el uso que le demos depende por supuesto de nosotros.

       El cuerpo celeste involucrado en esta estación Neptuniana, que pone fin a su retrogradación 2015, es la Nebulosa del Pelícano, que se encuentra en la constelación de Cygnus, el Cisne. La Nebulosa del Pelícano se caracteriza por poseer un "frente de ionización" una zona en la cual la radiación de estrellas jóvenes cercanas calienta las densas nubes de gas frío de las cuales está compuesta. Es como si se prendiera fuego a un pastizal. Esto convierte poco a poco al Pelícano en una región HII o Nube de Hidrógeno ionizado, donde surgirán miles de estrellas a lo largo de muchos millones de años.

      Al elevar su temperatura, la Nebulosa del Pelícano se convierte en un indicador de una fertilidad activada; y recibiendo a Neptuno de invitado, apunta sin duda a una proliferación de idealismos y también a una sensibilización de la conciencia global. Neptuno es el planeta que simboliza la conciencia colectiva, y los ideales de la Revolución Francesa: sus anillos llevan los nombres de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Sin embargo, los eventos terroristas de París y la guerra al Estado Islámico indican que estamos lejos de vivir de acuerdo a estos ideales.

     Al igual que el desfase entre sus ejes rotacional y magnético, Neptuno indica el desfase que hay entre las premisas democráticas y la violencia de nuestra civilización. Este contraste no puede sino hacer que un gran número de gente adquiera conciencia de que un atentado en una parte del mundo es una herida a toda la humanidad. Un ejemplo claro de ello es los posts de las redes sociales  (suelen reflejar muy bien el sentir colectivo), que empezaron solidarizándose con París ("Pray for Paris"), pero en pocos días se han pluralizado con "Pray for ... Palestine, Israel, Mexico,  etc."     

       La unión hace la fuerza, y se necesita mucha fuerza para enfrentar un problema como la guerra en Siria y el terrorismo, posible gracias a las mafias ocultas detrás de los intereses de gobiernos y compañías trasnacionales. Obviamente, en su lado negativo, Neptuno puede manifestarse como una "fe errónea", y coincidir tambien con extremos de fanatismo religioso y corrupción política. Muchas personas parecen creer que la crisis actual por la que pasa el mundo se debe a una confrontación de ideologías religiosas (Occidente vs. Islam, etc.), cuando en realidad se trata de políticas y mafias internacionales. Una vez más, la tendencia de Neptuno a confundir...

      Las apariencias engañan, y cuando Neptuno está estacionario, suelen brotar escándalos que revelan la realidad detrás de las políticas. La situación bélica también tenderá a agravarse, y Neptuno en especial indica la victimización de la población civil afectada por la violencia en todas partes del mundo, indefensa ante el aparto destructivo de nuestra civilización. La crisis de refugiados será otra vez uno de los temas predominantes en los próxinos seis meses, tiempo de vigencia de la estación neptuniana.

     Si tomamos de una manera un poco más literal el frente de ionización de la Nebulosa del Pelícano, quizá pueda coincidir con los incendios que están arrasando los bosques de Indonesia y creando un grave problema ecológico en esa zona del planeta. Una vez más, el resultado de práctcias corruptas y que acaban victimizando a las personas y ecosistemas que son afectados por la magnitud de los incendios.

     En lo personal, la estación de Neptuno puede manifestarse a través de una acentuación de nuestra sensibilidad. Esto puede implicar una mayor empatía hacia las personas que nos rodean o hacia el mundo. Si la conciencia colectiva, regida por Neptuno, "sube su temperatura" al estacionarse en la Nebulosa del Pelícano, esta estación indica que podremos  ser más conscientes de nuestro papel individual en un esquema social. La estación neptuniana apunta ya sea a una unión de las mentes en un objetivo trascendente de paz, o a una gran confusión generada por confrontaciones ideológicas, políticas, históricas, raciales, intelectuales, etc.

     ¿Qué podemos hacer como individuos para contribuir a un cambio real? Las respuestas pueden ser tantas como personas se lo planteen. Pero en este momento de estación neptuniana, el hecho de que muchas personas reaccionen unificadas a un hecho (trágico) o a una serie de eventos indica un paso más adelante en un largo proceso de fortalecimiento de la voluntad colectiva. Y ésta debe tener como objetivo la paz, quizá el arquetipo más idealizado y más susceptible de decepción en la historia del ser humano.

      Ahora, más que nunca, es necesario que como individuos, seamos capaces de trascender nuestras diferencias y experimentemos una fase de unión en todo el planeta. Si esto suena idealista e ingenuo en un momento de escalada bélica, digamos que se trata de la estación de Neptuno, el idealista entre los planetas del sistema solar. Y si bien hay una terrible destrucción y medidas drásticas que tomar, el resultado más honroso sería el de sublimar los eventos trágicos que están sucediendo a escala global fortaleciendo la conciencia colectiva global, para hacer un contrapeso a las tendencias destructivas comandadas por el dinero y el poder. Y esa es nuestra labor como individuos en el marco de la estación neptuniana: hacer lo que esté a nuestro alcance para contribuir al bienestar del planeta y no a su deterioro.

Carlos Duarte
Astrólogo Investigador
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