domingo, 9 de abril de 2017

Abril 9/10: Mercurio en estación retrógrada en paralelo al pulsar binario PSR 1913+16 indica relaciones intensas, significativas y una enorme motivación para activar nuestros recursos creativos


       Mercurio se detiene en su camino por segunda ocasión durante el año, inciando su marcha hacia atrás en el zodiaco durante un poco más de tres semanas, hasta el 4 de Mayo. Las fases retrógradas de Mercurio, aunque son una ilusión óptica debido a la diferencia de velocidad con la Tierra, tienen un fuerte efecto desde el punto de vista astrológico, coincidiendo con dificultades y retrasos en la comunicación y la vida cotidiana. A estas alturas de la era de la comunicación, el público en general conoce bastante bien el fenómeno de Mercurio retrógrado, casi tan bien como las columnas de signos solares en los diarios y revistas. Y si bien este fenómeno denota resistencias y alteraciones en nuestra rutina, los objetos celestes a los cuales está asociado nos pueden dar una idea de cómo manejarla adecuadamente para minimizar sus conflictos e incluso, sacarle ventaja.

     En el incio de su retrogradación de Abril 2017, Mercurio se estaciona en paralelo (a la misma distancia del Ecuador Celeste) a PSR 1913+16, un objeto muy interesante y relativamente poco conocido. Se trata del primer pulsar binario, descubierto en 1974 (le consiguió el premio Nobel de Física a sus descubridores). ¿Qué es un pulsar? Es una estrella de neutrones, uno de los objetos más densos en el universo, y que es el resultado de la explosión de una estrella o supernova. La explosión deja girando a la estrella de neutrones a gran velocidad, lo que genera a su vez un gigantesco campo magnético a su alrededor: las estrellas de neutrones tienen personalidades muy dominantes. A menudo, estas estrellas emiten radiación electromagnética, principalmente en la frecuencia de radio y de rayos gamma, y lo hacen en pulsaciones (de ahí el nombre de pulsar) a intervalos muy regulares. Los pulsares son los relojes de mayor precisión en el universo.

     Un pulsar, por sí solo, sugiere desde el punto de vista astrológico una personalidad fuerte, impositiva, y una gran capacidad de comunicación (radio) que a su vez puede producir tomas de conciencia y activar la mente superior (rayos gamma). Ahora bien, el universo es tan grande y tan lleno de posibilidades, que en muchas ocasiones, en su camino a través de la galaxia en la que habitan, los pulsares se encuentran con otros pulsares, y si el encuentro es suficientemente cercano, quedan atrapados en una órbita mutua, irremediablemente mezclando el poder de sus dos campos magnéticos. Una gran cantidad de las estrellas en el universo habita en sistemas binarios, pero las estrellas de neutrones, que se forman individualmente, tienen menos probabilidades de encontrarse con otras similares y compartir una órbita mutua.

     Estas parejas de pulsares simbolizan encuentros influyentes, relaciones magnéticas y profundas, atracciones por similitud de carácter, en las cuales hay una comunicación profunda y que deja huellas permanentes en ambos miembros de la relación. En el caso del pulsar binario PSR 1913+16, que se encuentra en la constelación de Aquila, el Águila, el destino de la relación es una unión definitiva: en 300 millones de años, aproximadamente, ambas estrellas chocarán y se fusionarán en una sola. Dicho encuentro es pues altamente significativo, y aunque pueda parecer muy romántico en un sentido simbólico (y también muy real), indica eventos y relaciones que alteran para siempre el curso de nuestra existencia individual.

     De esta manera, la estación mercuriana apunta a este tipo de relaciones y encuentros. Si bien no todos acabarán en un matrimonio literal o simbólico, sí implica intercambios significativos, que pueden alterar para bien o para mal nuestro desarrollo personal -el resultado depende de cada caso individual. Si los encuentros son demasiado intensos, es posible que duren poco tiempo y provoquen un gran desgaste. El encontrarse con personas cuyas ideas o personalidades son similares a la de uno mismo pueden dar como resultado una gran seguridad y creatividad. El verse reflejado en el espejo del otro es una certificación del propio valor personal, ya que uno se siente fortalecido en su manera de ser.

     En el mejor de los casos, esta identificación intensa es una gran oportunidad creativa, y juntar las buenas ideas o la energía de dos o de todo un equipo tendrá un peso mayor que el de una persona sola. La cooperación puede mover las circunstancias, hacer avanzar proyectos y romper difíciles obstáculos, logrando cosas que uno no haría solo normalmente. Si se trata más bien de combinaciones inadecuadas, en casos desafortunados, el efecto puede ser destructivo, por lo que hay que tener cierta selectividad y mantener el sentido común. En el plano colectivo, dada la tendencia de por sí destructiva de nuestra civilización, habla de complicidades amenazantes, pero también de la posibilidad de juntarse para hacer frente a aspectos devastadores de nuestra realidad. ¡La unión hace la fuerza!

     En otro sentido, el efecto unido de Mercurio y PSR 1913+16 puede referirse no tanto a relaciones, sino a diferentes recursos que se movilizan el uno al otro. Por ejemplo, una buena idea que encuentra el financiamiento para ser puesta en práctica, y eso acelera el desarrollo. ¡También individualmente, la motivación de Mercurio y PSR 1913+16 es muy efectiva si ponemos a funcionar diversos recursos dentro de nosotros mismos!

     Como sea, es claro que esta estación retrógrada de Mercurio no es suave ni estática, sino altamente energética y es en sí una enorme motivación mental y material para poner en marcha estrategias, ya sea en pareja, en equipo o de manera individual. Hay que tener cuidado, sin embargo: demasiada energía puede salirse fuera del control y provocar accidentes, malentendidos graves, y la pérdida de nuestros objetivos originales. Pero bien manejada, es capaz de acelerar nuestro progreso y trascendencia a través de encuentros creativos, mezclando ideas y recursos dentro y fuera de uno mismo. Los retrasos asociados normalmente a Mercurio retrógrado pueden entonces convertirse en el período de preparación para, después del 4 de Mayo, poner en marcha estrategias que nos hagan trascender.

Carlos Duarte
Astrólogo Investigador

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