Marzo 26/27: Mercurio, Júpiter y el cúmulo estelar M26 ayudan a superar obstáculos ampliando el horizonte mental, mientras el Sol, la Nebulosa Cabeza de Caballo y Neptuno exponen contenidos ocultos

Marzo 26/27: Mercurio se sitúa en trígono a Júpiter, en paralelo al cúmulo estelar M26. Esta tendencia es ideal para superar límites y obstáculos, particularmente en asuntos concernientes a comunicación, estudios y viajes. La combinación Mercurio/Júpiter es excelente para tener un enfoque más optimista de las circunstancias y para expandir el horizonte mental; esto resulta de gran importancia toda vez que el cúmulo M26 está involucrado. M26, pesar de poseer numerosas estrellas muy brillantes de tipo B, que estimulan la mente y el intelecto, está oscurecido en su centro por una densa nube de polvo interestelar. Esto dificulta el paso de la luz, al menos en su parte central, y representa dificultades. de modo que el fabuloso trígono Mercurio/Júpiter, con su optimismo característico, señala la superación de impedimentos. Es pues un momento ideal para superar barreras de comunicación, hacer reparaciones al teléfono, automóvil, conexiones de internet y televisión, superar problemas académicos, encontrar la información necesaria para investigar, estudiar, escribir... Y sobre todo, para realizar viajes mentales o físicos cuyo efecto es ampliar la visión y encontrar posibilidades donde sólo veíamos límites... Esto pasa rápido, ¡no desperdicien la oportunidad!

      Por otro lado, el Sol transita a 30° de Neptuno, en contraparalelo a la Nebulosa Cabeza de Caballo. Esta tendencia pone en evidencia asuntos inconscientes o poco claros. El Sol, por su brillo, tal y como lo percibimos desde la Tierra, es exhibicionista por naturaleza. la Nebulosa Cabeza de Caballo es una nebulosa oscura, pues está constituida por densas nubes de polvo interestelar. Sin embargo, su silueta, que se parece a la cabeza de un caballo, es fuertemente resaltada por su trasfondo de nubes ionizadas por la radiación ultravioleta, principalmente proveniente de la cercana estrella Zeta Orionis. Esto actúa como un brillante telón de fondo que expone y resalta su cuerpo oscuro. Por su parte, Neptuno, que representa temas inconscientes, o poco claros, normalmente ocultos tras un velo de confusión, se ve atrapado entre el Sol y la Cabeza de Caballo, viéndose inevitablemente expuesto al escrutinio...

     Esto puede tener varias manifestaciones concretas, que van desde escándalos financieros, sueños particularmente reveladores, sesiones de psicoanálisis extraordinarias, iluminaciones espirituales, hasta tomas de conciencia profundas, visualizaciones creativas, incluyendo filosofías tergiversadas, políticas corruptas, y errores que son dolorosamente evidentes y expuestos públicamente. Para el arte, esta tendencia es magnífica, tanto para ensayos, pruebas o funciones y espectáculos, que sacan a la luz, de manera creativa, la parte artística y trascendente de Neptuno. Si tienen algo que ocultar o si necesitan privacía y discreción, hoy hay que hacer un doble esfuerzo. Pero si quieren promocionar algo artístico, espiritual o psicológico, es un excelente momento... Claro está, la manifestación más elevada de este tránsito tan exhibicionista es a través de un revelador diálogo con el inconsciente personal o colectivo, que redundará sin duda en un crecimiento de conciencia.

    Sabiendo esto, están en posibilidades de decidir cómo se van a manifestar estas tendencias generales en su vida personal. Los astros no nos obligan, pues, contrariamente a lo que piensan muchos, no tienen una influencia sobre nosotros. Sólo son certeros indicadores, majestuosos espejos de nuestra realidad a través de la sincronicidad. Pero nosotros sí tenemos el poder de decidir, en gran medida, sobre nuestras vidas. O al menos, nacimos con ese derecho. ¡Ejerzámoslo!

    Carlos Duarte
    Astrólogo Investigador

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