lunes, 21 de abril de 2014

Abril 21/22: La Gran Cruz de Abril 2014, alineada con la Nebulosa Trífida, el Cúmulo del Pato Salvaje y la Galaxia del Sombrero muestra un momento crítico para la humanidad, con luchas por la libertad de expresión, ajustes en el capital internacional, la renovación de costumbres conservadoras, y la superación del egoísmo personal



Abril 21/22: En esta semana sucede una Gran Cruz en signos cardinales del zodiaco tropical. Una Gran Cruz , Cruz Cósmica o Cruz X sucede cuando hay dos oposiciones planetarias, y éstas están a 90° de distancia. Esto forma un patrón geométrico, que ha llamado la atención de los astrólogos y de la gente desde la antigüedad. Se le ha dado una gran importancia en la interpretación astrológica debido a que es relativamente poco frecuente, y a que mezcla varias relaciones angulares conocidas como conflictivas o difíciles de manejar, como son la oposición (distancia de 180°) y la cuadratura (distancia de 90°).



Cruz Cósmica: un patrón conflictivo y energético

     Se piensa a menudo  que este patrón planetario puede representar grandes dificultades y desgracias, ya sea que esté presente en el momento del nacimiento de una persona o en los eventos del momento que coincidan con ella. La idea detrás de esta visión fatalista es que los planetas presentes en esta combinación se bloquean los unos a los otros, creando conflicto entre sí y paralizando la resolución de los problemas, literalmente "crucificando" a las personas o a las situaciones que son víctimas de una Gran Cruz. Si bien es cierto que se trata de una configuración que puede resultar conflictiva, su supuesto efecto ha sido inflado y distorsionado en gran medida por los medios de comunicación, siempre ávidos de sensacionalismo efímero. A continuación vienen algunas consideraciones para abordar este fenómeno astrológico de una manera más realista.

     Una Gran Cruz o Cruz Cósmica no es un evento tan poco frecuente como se piensa. En la antigüedad, cuando no se conocían más que cinco planetas visibles a simple vista en el sistema solar, un evento así era definitivamente extraordinario. Después del descubrimiento de Urano, Neptuno, Plutón, el cinturón de asteroides, Quirón, el disco de Kuiper, etc., la visión del sistema solar se ha modificado, ampliándose profundamente. Desafortunadamente, esto no es así para muchas de las tradiciones astrológicas, movidas más por la fuerza de la costumbre que por una investigación real de nuestra relación con el cosmos.

     Esto no es para minimizar el efecto de la Cruz Cósmica que sucede en estos momentos, pero es importante saber que, con muchos más planetas y cuerpos celestes, que usamos como manecillas del gran reloj cósmico que es el sistema solar, este tipo de configuraciones son mucho más frecuentes de lo que se piensa. Muchas de ellas suceden con asteroides involucrados, son muy significativas y no reciben la más mínima atención de los medios, frecuentemente ni siquiera de la comunidad astrológica. Los eventos que coinciden con ellas suelen ser atribuidos a otros fenómenos, a veces de manera forzada. Todo depende de la importancia que le demos a las manecillas del reloj astrológico, o sea, los cuerpos celestes: planetas, asteroides, objetos Kuiper, planetas menores.

     Por supuesto, el hecho de que haya cuatro planetas principales involucrados en esta Gran Cruz puede hacer pensar que tiene una mayor importancia. Y digo principales, porque son los que concentran más nuestra atención, ya sea por su tamaño, en el caso de Júpiter y Urano, o por su connotación simbólica, como Marte y Plutón, que son pequeños. Pero el por qué son más importantes o no es sujeto de otra discusión. La cuestión es que tenemos dos oposiciones encajadas en un cuadrado de 90° en el cielo en estos momentos, y el evento es significativo por sí solo.



El núcleo de la Gran Cruz: la cuadratura Urano/Plutón

     En todo caso, su relevancia está marcada por el hecho de que incluye la famosa y persistente cuadratura entre Urano y Plutón, que coincide con cambios drásticos y una regeneración profunda en la sociedad, y que está vigente desde el año 2011 y lo estará hasta el 2015. Éste si es un evento muy poco frecuente ya que sucede aproximadamente cada 180 años, y simboliza un período de malestar social y revolución cultural. Nadie puede negar que las crisis políticas en los últimos años se hayan intensificado, pero tampoco que estemos reenfocando nuestros valores como sociedad, adquiriendo una mayor conciencia en muchas áreas de la experiencia humana. Debido a que se trata de una cuadratura, una relación angular de 90° relacionada con lucha, conflictos, esfuerzo y desarrollo de la voluntad, esta revolución de la conciencia se da a través de una polarización dolorosa y que toca los extremos en los derechos humanos, la explotación de los animales, la contaminación de la naturaleza, el manejo del capital y las fuentes de energía, entre otros temas.

     Así, la Gran Cruz de Abril 2014 simplemente forma parte de este proceso, de la cuadratura Urano/Plutón, y en todo caso, la viene a acentuar momentáneamente, gracias a la participación de Júpiter y Marte. A lo que me refiero es que esta Gran Cruz no es un proceso aislado que surge de repente, sino que es la intensificación de otro proceso más profundo que consiste en una renovación política y cultural, que llega a uno de sus momentos críticos y decisivos.



La oposición Plutón/Júpiter: expresión vs. control

     Entonces, veamos qué  nos aportan los objetos del espacio profundo para comprender la naturaleza de esta configuración. Una Gran Cruz está conformada por dos oposiciones. La primera y más consistente es la oposición Plutón/Júpiter. Plutón se encuentra en conjunción eclíptica al cúmulo estelar M11, conocido como el Cúmulo del Pato Salvaje, y por ser uno de los más abundantes en estrellas. La mayoría de las estrellas de M11 son de tipo A, que representan la comunicación y la expresión.

     Esto, en el plano global se refiere a la manipulación ejercida sobre los medios de comunicación y a las tentativas de controlar la libertad de expresión por Internet a nivel internacional. En el plano personal, se refiere a la necesidad de expresar emociones e ideas que han permanecido ocultos y que necesitan salir a la luz, ya sea que se trate de emociones reprimidas, ideas que necesitan materializarse, planes constructivos, creatividad u opiniones. Pero el denominador común es la expresión. Expresar o no expresar, eh ahí el dilema...

     En el lado opuesto del zodiaco tropical, tenemos a Júpiter, el planeta más grande del sistema solar y que representa un excelente contrincante a Plutón, con su gigantesco campo magnético. Júpiter, que tiene una actitud mucho más abierta y libre que la de Plutón, está obviamente en oposición a M11, pero también en contraparalelo a M20, la Nebulosa Trífida. Esta nebulosa, que se encuentra en la constelación de Sagitario, contiene en su interior un complejo sistema de estrellas, entre las que predominan tres estrellas gigantes de tipo O, B y A, de muy alta temperatura y que estimulan el idealismo y su expresividad.

     La intensísima radiación ultravioleta combinada de estas estrellas es tan fuerte que está literalmente carcomiendo a la nebulosa que las rodea: tiene un efecto destructor, competitivo y dominante. De este modo, vemos que Júpiter, al oponerse a Plutón, equilibra la tendencia a manipular la información y la libertad de expresión. De este modo, los intentos de controlar la libertad de expresión a nivel mundial van a topar una feroz resistencia. En el plano individual, significa la posibilidad de poder expresar los contenidos ocultos (emociones, ideas, proyectos, creatividad, etc.) con mucha intensidad y fuerza. En otras palabras, hay que equilibrar el control y la represión  de la información con apertura y proyección externa. Aunque en el caso de Júpiter, la manifestación puede resultar exagerada para los términos de Plutón, que prefiere la privacidad.

     Por otra parte, la abundancia y riqueza simbolizada por las 2,900 estrellas de M11, la tendencia manipuladora típica de Plutón, la competitividad de Júpiter y de la Nebulosa Trífida reflejan la lucha feroz de los capitales en el mundo por apropiarse de los mercados. Esto, obviamente, puede repercutir en una desestabilización del sistema financiero global. Una sacudida más al árbol...



La oposición Urano/Marte: egocentrismo vs. apertura

     ¿Qué hay de la otra oposición contenida en esta Gran Cruz? Ésta se da entre Urano y Marte, y es más transitoria que la de Júpiter/Plutón. La oposición Marte/Urano se da alineada con M104, la Galaxia del Sombrero, Marte en conjunción, Urano en oposición, llevando la contra, como siempre. La Galaxia del Sombrero se encuentra en la constelación de Virgo, y tiene varias características que la hacen un objeto bastante peculiar sin duda alguna. Para empezar, tiene un hoyo negro en su centro de un tamaño descomunal: ¡tiene cuatro billones de masas solares! Esto representa una fuerza de gravedad gigantesca, que en términos astrológicos representa una capacidad de concentración muy fuerte, tan grande, que puede hacer caso omiso del exterior. En otras palabras, una actitud bastante egocéntrica o egoísta. Por otro lado, M104 es una galaxia muy brillante en el infrarrojo, lo que sugiere que su efecto en las finanzas puede ser intenso también. Finalmente, se mueve a más de 1,000 kilómetros por segundo, lo que es un indicador de aceleramiento en las circunstancias.

     El hecho de que Urano esté opuesto a M104 muestra una tendencia a rebelarse o a independizarse de un poder centrado en sí mismo. En el plano global, es una resistencia a la monopolización, a la concentración excesiva del capital, de los recursos, del poder. En el plano individual, se refiere a la necesidad de romper el ensimismamiento en la propia experiencia y abrir los ojos a realidades diferentes a la nuestra. Este proceso es sin duda renovador, pero debido a que se da a través de una oposición (distancia de 180°), es sin duda conflictivo y se da a través de la ruptura de resistencias muy fuertes.

     En lo social, refleja una lucha encarnizada y explícita entre tendencias culturales conservadoras y la necesidad de reformar leyes que protejan los derechos humanos y los del planeta. Si no cambiamos nuestras costumbres y nos concentramos egoístamente en ellas, seguiremos perjudicando a la gente y al medio ambiente, más que nunca. Pero también es cierto que el cambio lo podemos hacer desde nuestra posición personal e individual, aportando con nuestro pequeño grano de arena.

     Ahora bien, Marte se opone a Urano en esta Gran Cruz, dándole más fuerza momentáneamente a M104. En este panorama, la concentración del capital, la resistencia a ceder en arraigados patrones culturales, religiosos o políticos, las actitudes conservadoras, se fortalecen, dificultando aún más el proceso de renovación. En última instancia, la renovación predominará a pesar de las resistencias: es la ley universal del cambio. Pero en este caso, la intervención de Marte retrógrado hará el proceso más difícil, más penoso, lleno de confrontaciones exaltadas, y desgraciadamente, en muchos casos, más sangriento. Por supuesto, en su manifestación más elevada y positiva, la conjunción de Marte con la Galaxia del Sombrero puede interpretarse como un aceleramiento de las circunstancias, debido a la gran velocidad de esta galaxia: la perspectiva puede modificarse rápidamente en algunos casos. El tránsito de Marte sobre M104 puede implicar también una resolución y un avance rápido, quizás precipitado, para bloquear el cambio o para favorecerlo, según la situación en particular y el país del que se trate.


Opciones y decisiones de la Gran Cruz

    Como puede verse, esta Gran Cruz se refiere, en un plano global, a la lucha por la libertad de expresión, a una competencia del capital por controlar los recursos financieros, a la necesidad de renovar leyes y costumbres que perjudiquen los derechos humanos y los del planeta. Los eventos que sucedan en estos días, y probablemente semanas, van a estar enmarcados dentro de este significado. Como personas individuales, poco podemos hacer por cambiar patrones sociales tan grandes, pero definitivamente, sí podemos trabajar en nuestro propio campo de acción para darle un significado constructivo.

     En lo personal, dejar que estos eventos nos "crucifiquen" sería desperdiciar este momento de crisis dejándonos arrastrar por él pasivamente. La idea es usar la gran cantidad de energía representada por este evento de manera que la cruz se convierta en algo así como la hélice de un helicóptero, que puede ponerse a girar e impulsarnos para lograr lo que no haríamos bajo circunstancias normales. En este momento crítico para la humanidad, como individuos podemos cambiarnos a nosotros mismos, de manera que a través de nosotros, podamos influir en el medio que nos rodea. ¿Cómo? Comunicando las ideas creativas que han estado durmiendo en nuestro interior, manifestando sentimientos reprimidos, renovando nuestros puntos de vista, abriendo nuestros ojos a otras realidades, rompiendo nuestro egocentrismo, poniendo retos que nos obligan a superarnos, rebelándonos ante la injusticia, promoviendo cambios que beneficien a todos, cambiando nuestros hábitos de consumo, aportando conciencia a quienes no la tienen...

     En suma: o nos dejamos crucificar abrumados por el ambiente controlador y competitivo, o nos elevamos por encima de los conflictos como un helicóptero para pasar a otra realidad. Y la decisión no está en la Gran Cruz, ni en ningún otro planeta, ellos sólo reflejan lo que nos está pasando, como espejos sincrónicos que manifiestan nuestra unicidad con el Cosmos. La decisión está en nuestro interior. El volante de nuestra vida está en nuestras manos, aunque tenga forma de Cruz Cósmica, por el momento...


 Carlos Duarte
Astrólogo Investigador

    







    







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