Abril 21/22: En esta semana sucede una
Gran Cruz en signos cardinales del zodiaco tropical. Una Gran Cruz , Cruz
Cósmica o Cruz X sucede cuando hay dos oposiciones planetarias, y éstas están a
90° de distancia. Esto forma un patrón geométrico, que ha llamado la atención
de los astrólogos y de la gente desde la antigüedad. Se le ha dado una gran
importancia en la interpretación astrológica debido a que es relativamente poco
frecuente, y a que mezcla varias relaciones angulares conocidas como
conflictivas o difíciles de manejar, como son la oposición (distancia de 180°)
y la cuadratura (distancia de 90°).
Cruz Cósmica: un patrón conflictivo y
energético
Se piensa a menudo que este
patrón planetario puede representar grandes dificultades y desgracias, ya sea
que esté presente en el momento del nacimiento de una persona o en los eventos
del momento que coincidan con ella. La idea detrás de esta visión fatalista es
que los planetas presentes en esta combinación se bloquean los unos a los
otros, creando conflicto entre sí y paralizando la resolución de los problemas,
literalmente "crucificando" a las personas o a las situaciones que
son víctimas de una Gran Cruz. Si bien es cierto que se trata de una
configuración que puede resultar conflictiva, su supuesto efecto ha sido
inflado y distorsionado en gran medida por los medios de comunicación, siempre
ávidos de sensacionalismo efímero. A continuación vienen algunas
consideraciones para abordar este fenómeno astrológico de una manera más
realista.
Una Gran Cruz o Cruz Cósmica no es un evento tan poco frecuente como se
piensa. En la antigüedad, cuando no se conocían más que cinco planetas visibles
a simple vista en el sistema solar, un evento así era definitivamente
extraordinario. Después del descubrimiento de Urano, Neptuno, Plutón, el
cinturón de asteroides, Quirón, el disco de Kuiper, etc., la visión del sistema
solar se ha modificado, ampliándose profundamente. Desafortunadamente, esto no
es así para muchas de las tradiciones astrológicas, movidas más por la fuerza
de la costumbre que por una investigación real de nuestra relación con el
cosmos.
Esto no es para minimizar el efecto de la Cruz Cósmica que sucede en
estos momentos, pero es importante saber que, con muchos más planetas y cuerpos
celestes, que usamos como manecillas del gran reloj cósmico que es el sistema
solar, este tipo de configuraciones son mucho más frecuentes de lo que se
piensa. Muchas de ellas suceden con asteroides involucrados, son muy significativas
y no reciben la más mínima atención de los medios, frecuentemente ni siquiera
de la comunidad astrológica. Los eventos que coinciden con ellas suelen ser
atribuidos a otros fenómenos, a veces de manera forzada. Todo depende de la
importancia que le demos a las manecillas del reloj astrológico, o sea, los
cuerpos celestes: planetas, asteroides, objetos Kuiper, planetas menores.
Por supuesto, el hecho de que haya cuatro planetas principales
involucrados en esta Gran Cruz puede hacer pensar que tiene una mayor
importancia. Y digo principales, porque son los que concentran más nuestra
atención, ya sea por su tamaño, en el caso de Júpiter y Urano, o por su
connotación simbólica, como Marte y Plutón, que son pequeños. Pero el por qué
son más importantes o no es sujeto de otra discusión. La cuestión es que
tenemos dos oposiciones encajadas en un cuadrado de 90° en el cielo en estos
momentos, y el evento es significativo por sí solo.
El núcleo de la Gran Cruz: la
cuadratura Urano/Plutón
En todo caso, su relevancia está marcada por el hecho de que incluye la
famosa y persistente cuadratura entre Urano y Plutón, que coincide con cambios
drásticos y una regeneración profunda en la sociedad, y que está vigente desde
el año 2011 y lo estará hasta el 2015. Éste si es un evento muy poco frecuente
ya que sucede aproximadamente cada 180 años, y simboliza un período de malestar
social y revolución cultural. Nadie puede negar que las crisis políticas en los
últimos años se hayan intensificado, pero tampoco que estemos reenfocando
nuestros valores como sociedad, adquiriendo una mayor conciencia en muchas
áreas de la experiencia humana. Debido a que se trata de una cuadratura, una
relación angular de 90° relacionada con lucha, conflictos, esfuerzo y
desarrollo de la voluntad, esta revolución de la conciencia se da a través de
una polarización dolorosa y que toca los extremos en los derechos humanos, la
explotación de los animales, la contaminación de la naturaleza, el manejo del
capital y las fuentes de energía, entre otros temas.
Así, la Gran Cruz de Abril 2014 simplemente forma parte de este proceso,
de la cuadratura Urano/Plutón, y en todo caso, la viene a acentuar
momentáneamente, gracias a la participación de Júpiter y Marte. A lo que me
refiero es que esta Gran Cruz no es un proceso aislado que surge de repente,
sino que es la intensificación de otro proceso más profundo que consiste en una
renovación política y cultural, que llega a uno de sus momentos críticos y
decisivos.
La oposición Plutón/Júpiter: expresión
vs. control
Entonces, veamos qué nos aportan los objetos del espacio profundo
para comprender la naturaleza de esta configuración. Una Gran Cruz está
conformada por dos oposiciones. La primera y más consistente es la oposición
Plutón/Júpiter. Plutón se encuentra en conjunción eclíptica al cúmulo estelar
M11, conocido como el Cúmulo del Pato Salvaje, y por ser uno de los más
abundantes en estrellas. La mayoría de las estrellas de M11 son de tipo A, que
representan la comunicación y la expresión.
Esto, en el plano global se refiere a la manipulación ejercida sobre los
medios de comunicación y a las tentativas de controlar la libertad de expresión
por Internet a nivel internacional. En el plano personal, se refiere a la
necesidad de expresar emociones e ideas que han permanecido ocultos y que
necesitan salir a la luz, ya sea que se trate de emociones reprimidas, ideas
que necesitan materializarse, planes constructivos, creatividad u opiniones.
Pero el denominador común es la expresión. Expresar o no expresar, eh ahí el
dilema...
En el lado opuesto del zodiaco tropical, tenemos a Júpiter, el planeta
más grande del sistema solar y que representa un excelente contrincante a
Plutón, con su gigantesco campo magnético. Júpiter, que tiene una actitud mucho
más abierta y libre que la de Plutón, está obviamente en oposición a M11, pero
también en contraparalelo a M20, la Nebulosa Trífida. Esta nebulosa, que se
encuentra en la constelación de Sagitario, contiene en su interior un complejo
sistema de estrellas, entre las que predominan tres estrellas gigantes de tipo
O, B y A, de muy alta temperatura y que estimulan el idealismo y su
expresividad.
La intensísima radiación ultravioleta combinada de estas estrellas es
tan fuerte que está literalmente carcomiendo a la nebulosa que las rodea: tiene
un efecto destructor, competitivo y dominante. De este modo, vemos que Júpiter,
al oponerse a Plutón, equilibra la tendencia a manipular la información y la
libertad de expresión. De este modo, los intentos de controlar la libertad de
expresión a nivel mundial van a topar una feroz resistencia. En el plano individual,
significa la posibilidad de poder expresar los contenidos ocultos (emociones,
ideas, proyectos, creatividad, etc.) con mucha intensidad y fuerza. En otras
palabras, hay que equilibrar el control y la represión de la información con apertura y proyección
externa. Aunque en el caso de Júpiter, la manifestación puede resultar
exagerada para los términos de Plutón, que prefiere la privacidad.
Por otra parte, la abundancia y riqueza simbolizada por las 2,900
estrellas de M11, la tendencia manipuladora típica de Plutón, la competitividad
de Júpiter y de la Nebulosa Trífida reflejan la lucha feroz de los capitales en
el mundo por apropiarse de los mercados. Esto, obviamente, puede repercutir en
una desestabilización del sistema financiero global. Una sacudida más al
árbol...
La oposición Urano/Marte: egocentrismo
vs. apertura
¿Qué hay de la otra oposición contenida en esta Gran Cruz? Ésta se da
entre Urano y Marte, y es más transitoria que la de Júpiter/Plutón. La
oposición Marte/Urano se da alineada con M104, la Galaxia del Sombrero, Marte
en conjunción, Urano en oposición, llevando la contra, como siempre. La Galaxia
del Sombrero se encuentra en la constelación de Virgo, y tiene varias
características que la hacen un objeto bastante peculiar sin duda alguna. Para
empezar, tiene un hoyo negro en su centro de un tamaño descomunal: ¡tiene
cuatro billones de masas solares! Esto representa una fuerza de gravedad
gigantesca, que en términos astrológicos representa una capacidad de
concentración muy fuerte, tan grande, que puede hacer caso omiso del exterior.
En otras palabras, una actitud bastante egocéntrica o egoísta. Por otro lado,
M104 es una galaxia muy brillante en el infrarrojo, lo que sugiere que su
efecto en las finanzas puede ser intenso también. Finalmente, se mueve a más de
1,000 kilómetros por segundo, lo que es un indicador de aceleramiento en las
circunstancias.
El hecho de que Urano esté opuesto a M104 muestra una tendencia a
rebelarse o a independizarse de un poder centrado en sí mismo. En el plano
global, es una resistencia a la monopolización, a la concentración excesiva del
capital, de los recursos, del poder. En el plano individual, se refiere a la
necesidad de romper el ensimismamiento en la propia experiencia y abrir los ojos
a realidades diferentes a la nuestra. Este proceso es sin duda renovador, pero
debido a que se da a través de una oposición (distancia de 180°), es sin duda
conflictivo y se da a través de la ruptura de resistencias muy fuertes.
En lo social, refleja una lucha encarnizada y explícita entre tendencias
culturales conservadoras y la necesidad de reformar leyes que protejan los
derechos humanos y los del planeta. Si no cambiamos nuestras costumbres y nos
concentramos egoístamente en ellas, seguiremos perjudicando a la gente y al
medio ambiente, más que nunca. Pero también es cierto que el cambio lo podemos
hacer desde nuestra posición personal e individual, aportando con nuestro
pequeño grano de arena.
Ahora bien, Marte se opone a Urano en esta Gran Cruz, dándole más fuerza
momentáneamente a M104. En este panorama, la concentración del capital, la
resistencia a ceder en arraigados patrones culturales, religiosos o políticos,
las actitudes conservadoras, se fortalecen, dificultando aún más el proceso de
renovación. En última instancia, la renovación predominará a pesar de las
resistencias: es la ley universal del cambio. Pero en este caso, la
intervención de Marte retrógrado hará el proceso más difícil, más penoso, lleno
de confrontaciones exaltadas, y desgraciadamente, en muchos casos, más
sangriento. Por supuesto, en su manifestación más elevada y positiva, la
conjunción de Marte con la Galaxia del Sombrero puede interpretarse como un
aceleramiento de las circunstancias, debido a la gran velocidad de esta
galaxia: la perspectiva puede modificarse rápidamente en algunos casos. El
tránsito de Marte sobre M104 puede implicar también una resolución y un avance
rápido, quizás precipitado, para bloquear el cambio o para favorecerlo, según
la situación en particular y el país del que se trate.
Opciones y decisiones de la Gran Cruz
Como puede verse, esta Gran Cruz se refiere, en un plano global, a la
lucha por la libertad de expresión, a una competencia del capital por controlar
los recursos financieros, a la necesidad de renovar leyes y costumbres que
perjudiquen los derechos humanos y los del planeta. Los eventos que sucedan en
estos días, y probablemente semanas, van a estar enmarcados dentro de este
significado. Como personas individuales, poco podemos hacer por cambiar
patrones sociales tan grandes, pero definitivamente, sí podemos trabajar en
nuestro propio campo de acción para darle un significado constructivo.
En lo personal, dejar que estos eventos nos "crucifiquen"
sería desperdiciar este momento de crisis dejándonos arrastrar por él pasivamente.
La idea es usar la gran cantidad de energía representada por este evento de
manera que la cruz se convierta en algo así como la hélice de un helicóptero,
que puede ponerse a girar e impulsarnos para lograr lo que no haríamos bajo
circunstancias normales. En este momento crítico para la humanidad, como
individuos podemos cambiarnos a nosotros mismos, de manera que a través de
nosotros, podamos influir en el medio que nos rodea. ¿Cómo? Comunicando las
ideas creativas que han estado durmiendo en nuestro interior, manifestando
sentimientos reprimidos, renovando nuestros puntos de vista, abriendo nuestros
ojos a otras realidades, rompiendo nuestro egocentrismo, poniendo retos que nos
obligan a superarnos, rebelándonos ante la injusticia, promoviendo cambios que
beneficien a todos, cambiando nuestros hábitos de consumo, aportando conciencia
a quienes no la tienen...
En suma: o nos dejamos crucificar abrumados por el ambiente controlador
y competitivo, o nos elevamos por encima de los conflictos como un helicóptero
para pasar a otra realidad. Y la decisión no está en la Gran Cruz, ni en ningún
otro planeta, ellos sólo reflejan lo que nos está pasando, como espejos
sincrónicos que manifiestan nuestra unicidad con el Cosmos. La decisión está en
nuestro interior. El volante de nuestra vida está en nuestras manos, aunque
tenga forma de Cruz Cósmica, por el momento...
Carlos Duarte
Astrólogo Investigador
No hay comentarios:
Publicar un comentario